La Fiura
por Alejandra Raposo
¿La Fiura es fea?
Fea es una palabra que no la describe.
No es una persona ni un animal, pero su similitud con nosotros la acerca tanto a nuestro mundo, que me estremezco de sólo imaginarla.
La Fiura es una criatura de contextura más bien perversa. El engendro más horroroso que los ojos humanos han visto alguna vez. Suele sentarse en las rocas, a la orilla de una vertiente a peinarse con un peine de plata. Pero por más que lo intente, no logra imitarnos.
Carente de sensualidad, cepilla su larga cabellera opaca y pajosa, adherida al pellejo reseco de su piel. De cuando en cuando, estira su cuello para contemplar su reflejo en algún desafortunado charco de agua. Sus abultados pechos lucen grotescos, al igual que sus deformes extremidades que acompañan a un cuerpo insignificante. Sin embargo, ella danza seductoramente agitando su pollera colorada, buscando una persona o un animal que satisfaga sus más bajos instintos. Pero este repulsivo monstruo, no soporta que rechacen sus requerimientos sexuales. Sí eso ocurre sería fatal, porque sus deseos se transforman en sentimientos vengativos que sólo pueden hacer daño.
Con degenerado despecho y una fuerza sobrehumana, atrae a su víctima y exhala su nauseabundo y poderoso aliento sobre ella, logrando retorcer sus huesos como sí estuvieran hechos de papel. Ni siquiera les otorga la benevolencia de la muerte. Su crueldad es tanta, que las abandona a su suerte, y se aleja hasta desaparecer entre las rocas.